En medio de la crisis que atraviesa el país producto del Covid-19 -al igual que todo el mundo- las cifras del comercio no hacen más que alcanzar cifras récord negativas. Es un escenario complejo.
Tras el tibio repunte que vivió el sector comercio en febrero, a pocos meses del estallido social, empresas vuelven a enfrentar un panorama, a lo menos, poco alentador. De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Comercio, las ventas presenciales minoristas de la Región Metropolitana marcaron en el mes de marzo una caída de 19,9% real, cerrando el primer trimestre con una disminución de 8,0% real.
Aquello, obliga a buscar alternativas y el eCommerce se transforma en el nuevo canal mandatorio para todas las empresas. No es algo nuevo, pero en épocas de pandemia, resulta ser una herramienta clave de sustento.
Al sumergirse en ese mundo, la disposición de la información es fundamental. Saber llegar de manera adecuada al potencial cliente es trascendental. El cliente debe tener datos precisos de lo que requiere. Como ya no puede ir a la tienda y hacer una prueba presencial, el sitio de venta debe permitirle tener una noción lo más real del producto, pero a distancia. Y hay plataformas que te ayudan en eso, como Brand & Label, que automatiza información.
No entregar esa información, a la larga, genera que el usuario lo busque en otro proveedor. O, que termine comprando sin tener todos los antecedentes y eso genera disconformidad. Ahí vienen las tediosas devoluciones. Los datos sucios (dirty data), que en promedio representan sobre un 43% de la información, generan altos gastos en devolución y una mala experiencia para clientes.
Quienes están buscando entrar en el eCommerce y vender a través de distintos marketplaces, evalúan millones de poderosas herramientas que son un vehículo para lograr sus metas. Dentro de todo esto, sin embargo, olvidan que dichas herramientas necesitan alimentarse de datos, información con lo que ellos no cuentan. Por cierto que conocen características de los productos que ofrecen, pero sólo alcanza par cubrir sus requerimientos básicos, y no para darle operatividad a las herramientas que adquieren. No tiene los medios para generar la nafta que moviliza estos vehículos.
Si nos vamos a datos concretos, el 12% de las ventas netas de una empresa se pierden producto de sus datos sucios. Y si a esto se agrega que muchos de los productos no están activos o publicados, la perdida es mayor.
En tiempos “normales”, el eCommerce puede representar entre el 1 al 3% de las ventas de una empresa, pero hoy es el canal principal, por lo que, para sortear el complejo escenario, hay que incrementar los esfuerzos. Hay que cumplir y generar un espacio que sea lo más confiable posible, y eso no implica sólo tener un medio de pago sea seguro. La empresa debe ofrecer al cliente lo que busca. La información debe ser correcta y el fulfillment, como mínimo, óptimo.
¿Cómo se logra eliminar los datos sucios? No es una tarea fácil. Muchas veces las empresas, al verse enfrentadas a un exceso de datos y productos, terminan fallando. No cuentan con infraestructura necesaria para hacerlo a la velocidad que se requiere, ni con la calidad necesaria. Se requiere entonces, una estructura básica de gobierno de datos para alimentar los sistemas y canales correctamente.
Para aquello, existen opciones automatizadas y semi automatizadas que pueden facilitar la tarea, tanto en costos como en tiempos.
Sebastian Hercovich, CEO de B&L, asegura que «los datos maestros son la base de toda empresa y su activo más importante, si fallamos desde los cimientos de la empresa, la cadena hacia adelante sólo tendrá errores, afectando el uso de nuestros sistema y canales”. Así, llama a poner atención en el contenido que se disponibiliza.